Presentación
La reflexión sobre filosofía e historia, en lo que atañe a su relación mutua y a su naturaleza como disciplinas y realidades, ha sido el eje temático de la revista desde el pasado número. De acuerdo con esta perspectiva propusimos abordar el pensamiento de Michel Foucault, en ocasión de su 40.º aniversario luctuoso. En realidad, la efeméride fue un pretexto más que propicio para revitalizar esa discusión sobre las relaciones entre historia, saber, filosofía y metodología que debe al siglo xix su más remoto y directo impulso, y que constituye el elemento en el que el peculiar discurso de Foucault se despliega como ejercicio, se repliega reflexivamente y también genera controversia.
Concluimos, entonces, la sección temática de la revista, Michel Foucault ii. A 40 años, con un artículo de Kevin Ríos Ospina en el que recurre a la historia intelectual para mostrar que en el centro del pensamiento de Foucault permanece una aporía que ha resistido y aún resiste los múltiples intentos de cancelarla: la desterritorialización de historia y filosofía que resuena en el problema de discernir si el trabajo de aquél es historiográfico o filosófico. Esta cuestión —contenida, según el autor, en la noción foucaultiana de acontecimiento— es consecuencia de la radicalidad a la que Foucault lleva la historicidad de la experiencia, ante la cual el afán de categorizar unívocamente su discurso sólo puede paralizarse.
En la sección Acercamientos filosóficos, en esta ocasión publicamos cinco artículos. En el primero de ellos, Fernando Rudy Hiller aborda la experiencia existencial que Søren Kierkegaard llama desesperación y la aplica al problema de “cómo es posible que una persona cambie para mejor”, ilustrándolo con el caso específico de alguien que quiere superar una adicción. El análisis del autor recupera las categorías de posibilidad y necesidad (facticidad) que Kierkegaard vincula con la tarea autoconstitutiva del yo, y con base en una interpretación de éstas propone una salida al problema que prescinde de la dimensión religiosa de la solución kierkegaardiana.
En el segundo artículo, María Edith Velázquez Hernández profundiza en el tratamiento de la relación alma–cuerpo y de los afectos en la Ética de Baruch Spinoza. A partir de ello, la autora plantea una interpretación de Spinoza con el propósito de reivindicar un umbral de liberación de la esclavitud del alma al alcance de todas y todos aquéllos que en la escala del conocimiento no logran ascender al nivel superior, representado por la scientia intuitiva. Velázquez Hernández identifica este umbral allí donde el filósofo sefardí discurre sobre la firmeza del ánimo como guía de vida.
En el tercer artículo, Fredy Humberto Castañeda Vargas, s.j., retoma el problema de la unión de las nociones primitivas alma y cuerpo que René Descartes formula en la segunda parte de su Meditación sexta. El argumento del autor, con ayuda de otros textos del corpus cartesiano, apuntala la tesis, por un lado, de que dicha unión puede ser inteligible (pues aun siendo confusa para el entendimiento, no es incoherente), y por otro, señala que para reconocer tal inteligibilidad Descartes pudo haber evitado el pseudoproblema que él mismo introdujo mediante el argumento de la glándula pineal. Asimismo, Castañeda Vargas propone una reflexión sobre el papel que el filósofo francés asigna a Dios respecto de dicha inteligibilidad.
En el cuarto artículo, Vidzu Morales Huitzil aborda el pensamiento de un autor menos conocido en nuestras latitudes, el filósofo ruso Évald Iliénkov. Morales Huitzil destaca el lugar que para Iliénkov ocupa la contradicción —específicamente, la contradicción interna— como elemento constitutivo de la investigación dialéctica y del ser objetivo de las cosas, donde la primera desenvuelve la lógica de la pluralidad material y del movimiento concreto del último.
En el quinto y último artículo de esta sección, Gergana Neycheva Petrova toma como referencia los fenómenos políticos y las luchas que en la actualidad padecen y enfrentan ciertos grupos marginados —con especial énfasis en los migrantes—, para sugerir, tras un diagnóstico de los obstáculos, algunas condiciones indispensables que podrían favorecer la consolidación de una democracia no excluyente. Tanto en ese diagnóstico como en el bosquejo de estas condiciones, la autora destaca el desafío que representa la consideración del cuerpo en su dimensión social y política.
En la sección Cine y literatura presentamos dos reseñas de nuestros colaboradores. En lo que respecta a cine, Luis García Orso, s.j., propone la reseña de la película Cielo rojo, del director alemán Christian Petzold, la cual narra la historia de unos jóvenes que comparten unas semanas de verano junto al mar Báltico. Entre la descripción de los personajes y de algunas de sus vicisitudes en este paraje, nuestro colaborador retrata el largometraje como una mirada abierta al presente de la vida y a todo lo novedoso que éste nos ofrece.
Por su parte, en el apartado de literatura, José Israel Carranza nos ofrece la reseña de El nervio óptico, la novela de María Gainza que, aun cuando puede llegar a despistar con la impresión de que se trata de un ejercicio autobiográfico (una autoficción más), según nuestro colaborador es otra cosa: no una voz que habla para escucharse a sí misma, sino una prosa que quiere impresionar la sensibilidad de sus lectores como si se contemplara una pintura, y que propone, además, una inteligencia del mundo.
Cerramos el presente número con la sección Justicia y sociedad. Aquí Luis Eduardo Rivero Borell Zermeño presenta el avance de un proyecto de investigación colectivo y más amplio sobre las formas de gobierno y los modelos de seguridad autónomos del pueblo P’urhépecha en Michoacán; surgidos como consecuencia de su propia identidad comunitaria y a manera de respuesta al permanente asedio de la violencia y la inseguridad que produce el crimen organizado en la región. El autor sugiere que este contexto complejo y plural —cuya descripción no ha de ser obviada por la reflexión— ilustra la necesidad de repensar las relaciones entre legalidad y legitimidad, así como la relación de éstas con la seguridad.
Como siempre, el equipo editorial de Xipe totek agradece a sus lectoras y lectores su cercanía en un año más de la revista, deseándoles un feliz 2025.
Miguel Fernández Membrive